Capítulo 21º - El zulo
Ya está, el matadero sólo era una pista, la clave estaba en la nave anexa, allí ocurrió todo, y posiblemente allí esté Andrea. Un poco mareado ya con tanto viajecito, Víctor volvió al polígono industrial. No había ningún coche aparcado, y sólo se atisbaba el murmullo del aire al rozar con los viejos trozos de hojalata.
Víctor entró en la nave contigua al matadero. Abrió la puerta, que se notaba que llevaba cerrada mucho tiempo. El ambiente viciado de aquel sitio era insoportable, sus pulmones no llegaban a transformar en oxígeno lo que era una peste inmunda.
Encendió la linterna que había llevado al lugar, y comenzó a investigar la nave palmo a palmo. Cuando Víctor estaba a punto de rendirse y de marcharse de nuevo a casa, algo le sobresaltó. Había encontrado un zulo pequeño, con la puerta abierta. Entró adentro, y sólo había unas sucias sábanas y una palangana con buahhh!, mierda.
Podría ser que Andrea hubiese estado retenida allí, y que hubiese sido trasladada temporalmente. Víctor, entonces, decidió esperar acurrucado en un rincón a la espera de su hija y de su captor.